Vida Natural


Este blog ha sido creado para poder compartir con todos ustedes mis conocimientos sobre como debemos llevar una vida sana, a nivel físico, mental y espiritual.

hoy en día el hombre se ha alejado de su naturaleza. Con este pequeño espacio quiero recordar a la humanidad lo que somos, cual es nuestro objetivo y como encontrarlo.

mi única meta es recordarles que debemos detenernos para reflexionar y así poder continuar por el camino que ya teniamos trazado nada más nacer.

Mi vida ha sido un largo caminar, buscando, preguntando, informándome a través de libros, cursos, … buscando respuestas a mis inquietudes. Y hoy he decidido que quiero compartir mis conocimientos contigo. Si pones en práctica lo que te cuento en mi blog y lo haces poniendo tu corazón, pronto verás los resultados.

¡Son increíbles! Pero eso depende de ti y de lo que quieras lograr.

Me considero una persona feliz y doy gracias a Dios por ello, hago todo lo posible por estar rodeada de buenas vibraciones y las que no lo son las transformo y aprendo de ellas.

Espero que encuentres la respuesta de lo que buscas en mi blog y si no lo encuentras, puedes escribirme y juntos encontraremos la respuesta.



Medicina Natural

Todo ser humano busca su bienestar, este hecho es innegable y precisamente es aquí donde necesitamos centrarnos, en observar nuestro interior, nuestro cuerpo, analizar lo que pensamos, nuestras acciones, y observar nuestro comportamiento. Ya que la enfermedad, como tal, no existe, lo que se produce es una anomalía, un desequilibrio o déficit en nuestro organismo, quien nos reclama con una llamada de atención para que nos observemos y nos demos cuenta de que no estamos actuando de manera correcta, ya sea a nivel físico, psíquico o emocional. 


La salud es un estado de completo bienestar físico, psíquico y social, la carencia en algunos de estos factores nos lleva  siempre a buscar el equilibrio. Todo ser viviente siempre está en busca del bienestar, de la supremacía y para eso es muy importante conocer nuestro organismo y jamás olvidar de dónde venimos, esto es esencial para mantener en buen estado nuestro cuerpo, mente y espíritu. Si por X circunstancia nos ocupamos o nos olvidamos de mantener bien uno o dos de los estados de nuestro cuerpo, no nos encontraremos bien, porque nuestro organismo necesita un equilibrio. Un ejemplo, si dedicamos un culto al cuerpo haciendo que este sea hermoso y no nos ocupamos de la parte mental y psíquica, enfermaremos en nuestros dos cuerpos ya que nos obsesionaremos hasta llegar a crisis nerviosas de anorexia, bulimia, vigorexia, etc. Si nos ocupamos de nuestra parte psíquica y no alimentamos bien nuestro cuerpo y mente, llegaremos a la locura, si alimentamos nuestra mente y descuidamos nuestro cuerpo, este  se deteriorara.  

En China: para la medicina china el cuerpo humano está dividido en cinco partes; cada una de las partes es regida por uno de los elemento (tierra, agua, madera, fuego y metal), regulados por las dos fuerzas Yin – Yang.


En la India se creía que la enfermedad estaba relacionada con el karma (castigo de los dioses por las acciones vividas de esa persona).

En Egipto, la medicina y la religión estaban íntimamente unidas, donde la enfermedad era la manera en que los dioses mostraban su enojo hacia la actitud de la persona en cuestión.  

En Grecia, por ejemplo, creían que el cuerpo estaba dividido en varias partes y que cada parte era gobernada por un Dios, así que invocaban al Dios de esa parte del cuerpo.  

Si retornamos hacia nuestros orígenes, podemos saber por los escritos (hace tres mil años antes de Cristo) de Grecia, Egipto, Mesopotamia, India, China, Roma (por nombrar algunos), que todos tienen algo en común y es relacionar sus creencias religiosas con las  enfermedades.


El filósofo griego Empedocles formuló la teoría de las 4 raíces (agua, aire, fuego, tierra), en las que formula que  el hombre es un compuesto de las cuatro raíces y su bienestar depende en que haya un equilibrio entre ellas.  Empedocles  considera al hombre un microcosmo (el hombre concebido como un resumen del universo o macrocosmo, dado que tiene los mismos elementos). Explica que cada uno de los elementos es eterno  e imperecedero, pero al mezclarse entre si dan lugar a una diversidad de seres y cambios que se desarrollan en el mundo.

La mezcla de los elementos es producida por dos fuerzas cósmicas, el Amor y el Odio. En la biblia, uno de los libros más antiguos de la historia, se habla de esta fuerza, de esta energía a la que llamamos Amor, “en el capítulo 4 versículo 8 primera de Juan está escrito Dios es Amor”                                                                                                                   

El filosofo griego Aristóteles, considerado padre o precursor de la medicina moderna, más tarde llamó a la teoría de las cuatro raíces de Empedocles elementos. 

Ha llegado el momento de detenernos y reflexionar, para observar que camino hemos elegido y si este nos lleva hacia la autorrealización. Si tu respuesta es afirmativa entonces ¡en hora buena!, pero si no, ¡detente! ¡Reflexiona!, es el momento de retroceder, aun es tiempo de recorrer este camino en armonía con los elementales, realmente es algo maravilloso tener contacto con ellos...Con los elementales, ya  que cada uno en su forma está ahí para ayudarnos de múltiples formas nutriendo nuestros cuerpos físicos, mental, y espiritual.

Es preciso que despertemos y miremos a nuestro interior y nos preguntemos si realmente tenemos lo que queremos o si es una simple ilusión y seguimos en la batalla con la esperanza de alcanzar el bienestar, el equilibrio, la felicidad. 


 Cuenta una leyenda:

“Un día estaba el hombre en su casa descansando después de un día muy duro de trabajo, alguien tocó a su puerta y el fue a abrí, se encontró con un joven bien parecido y fuerte que quería hablar con él porque se encontraba solo y muy triste, aquel hombre vio que el joven estaba acompañado por tres personas más y aunque la aflicción de las personas parecía sincera, no les dejo entrar. El hombre trabajaba de sol a sol y llegaba agotado a su casa y aunque en diferentes ocasiones  se encontraba con aquellos jóvenes, nunca se acercó o les dirigió la palabra, estaba demasiado ocupado con su vida, en salir adelante. No tenía tiempo que dedicarle a unos jóvenes  (sin oficio), pensaba el hombre, pasado mucho tiempo y un día, uno de los jóvenes se acercó nuevamente, el hombre viendo la aflicción en la cara de estos decidió preguntar.

-¿Quiénes sois?.
Los jóvenes respondieron somos el espíritu de los elementales, fuego, aire, agua, tierra. 
El hombre los miro con asombro y volvió a preguntar
-¿Por que estáis tristes?.                             
Porque estamos en la tierra para ayudar al hombre, pero este no quiere nuestra ayuda, no nos llaman y en todo momento nos rechazan. En otros tiempos éramos bien venidos, pero hace ya mucho tiempo que se han olvidado de nosotros.

Como dicen los elementales y esto es muy cierto, en la antigüedad el hombre vivía en armonía con la naturaleza (hay suficiente documentación de los hallazgos encontrados que datan de tres o cuatro mil años antes de Cristo). El ser humano siempre ha buscado la supremacía, lamentablemente al hacerlo se ha olvidado o alejado de sus orígenes. Esa es la razón de que los espíritus de la naturaleza no nos ayuden, ya que el hombre trabaja solo sin ayuda de estos y cuando los utiliza es para destrozar a la naturaleza en si. Por ejemplo: utilizan el fuego para destruir los árboles, sin medir las consecuencias de este acto, ya que si no hay árboles no llueve, los animales mueren o emigran a otro lugar tratando de huir de la mano del hombre (Sin mencionar todas las consecuencias).

Nuestros aborígenes rendían culto a la naturaleza, ellos (Nuestros ancestros) no ignoraban el hecho de que nuestro bienestar físico, psíquico y espiritual dependía de esta relación. Y  siempre han tenido presente que la naturaleza es fundamental para subsistir en todos los ámbitos del ser. Nuestros ancestros ya sean los chinos de Asia, los egipcios de Asia, los budistas de la india, los mayas de America, etc., han formulado teorías, sobre cómo nos afectan  y qué relación tiene cada elemento  en sus diversas   formas: agua, fuego, aire, tierra, agregando un quinto elemento al que se le llama energía o espíritu según la cultura que hable de ella.

Pero el hombre, en su ansia de poder por conquistar y dominar, lo destruye todo sin darse cuenta que se está destruyendo así mismo. El hombre ha olvidado sus orígenes alejándose cada vez más de su verdadera esencia y acercándose cada vez más hacia su propia destrucción como ser humano.  Por poner un ejemplo, todos sabemos que nuestro organismo necesita sustancias nutritivas para poder vivir y que el 95% de la alimentación proviene de los vegetales y esto no es un mito, es nuestra realidad, por mucho que nos esforcemos en creer o ignorar esta verdad, de nada vale creernos que las verduras salen del frigorífico, que las legumbres vienen de la despensa, esta realidad que nos estamos creyendo nos esta llevando por el camino hacia la extinción, ya que cada día nuestro organismo se va deteriorando con mayor rapidez. Muchos avances pueden crear la ciencia de hoy en día pero de nada vale si en un esfuerzo por creernos omnipotentes, destruimos la raíz que nos da el sustento. Todas las culturas  han dejado constancia de su relación con la naturaleza, Creando un vínculo alrededor de un árbol por ejemplo: 

Los Celtas adoraban el roble e incluso su calendario está relacionado con los árboles.

Los chinos adoraban el melocotón y los Griegos el manzano, los Africanos el baobab, en el antiguo Egipto la acacia, en Mesopotamia el álamo. 

El ciprés es considerado sagrado ya que el arca de Noé y parte del templo de Salomón se construyó con esta madera.

 Y así una infinidad de mitos y leyendas sobre los árboles y en todas las culturas coinciden en el por qué de su adoración y es que gracias a el árbol ellos podían subsistir.

En China la madera está relacionada con el cuerpo, representando la Vesícula biliar y el hígado, a nivel mental  la madera está relacionada con las emociones de cólera, ira, violencia; y a nivel psíquico con la flexibilidad, la generosidad.

En la antigua Grecia el árbol del manzano era sagrado asociado a la inmortalidad.

En América los pueblos indígenas consideran los árboles sagrados ya que pueden cobijarse bajo su sombra, ellos hablan de que si se alejan de los árboles pierden la orientación, la seguridad.                                                                                                                   
La Energía suprema ha creado un Árbol Sagrado para todo  hombre sobre la tierra para que se reúnan bajo su sombra. Es aquí donde el hombre encuentra la sanación, el poder, la sabiduría, la seguridad el conocimiento... Las raíces de este Árbol se extienden y penetran profundamente en el cuerpo de la Madre Tierra. Sus ramas se alzan para clamar  al Padre. 

Nuestros ancestros nos enseñaron que la vida del Árbol es la vida del ser humano. Si el hombre se aparta mucho de la seguridad del Árbol, y si olvida comer sus frutos, o si se vuelve contra el Árbol y trata de destruirlo (actualmente está sucediendo), una gran tristeza caerá sobre él,  olvidando el conocimiento, la sabiduría, la  ilusión el amor, olvidando sus orígenes, olvidando  esa parte divina que lo conecta al univers,o a la energía, perdiéndose  a sí mismo y dañando todo lo que  toca o está a su alrededor, contaminándolo con sentimientos llenos de odios, ira y tristeza.  

Los frutos del Árbol es la información que la Energía Suprema ha dejado al hombre: el conocimiento.

La naturaleza nos invita a retornar a recapacitar, a dejar la soberbia a un lado y verlos con sinceridad, con transparencia, con humildad, para reponer el equilibrio y recuperar nuestro bienestar, nuestra salud.  Es tan sencillo como acercarnos a un niño y tenderle la mano. Ya que el espíritu o elemental del árbol es esa energía que nutre nuestro espíritu, nos guía hacia la victoria para alcanzar el conocimiento.


Contacto  con los elementales  


Como norma fundamental debemos recordar que son seres que no conocen la diferencia entre el bien y el mal, que los elementales están para auxiliarnos cuando invocamos su ayuda y muy importante recordar que no los debemos engañar o mentir ya que ellos conocen nuestras intenciones, siempre comunicarnos con amor y respeto y así el nos dará lo que necesitamos. 

Para muchas personas lo que escribo a continuación no les es desconocido por que lo han experimentado, y es el hecho de que cuando le hablamos a las plantas estas son felices y nos dan mejores flores y frutos.                                                                                                                     

El botánico T. C. Singh expuso una planta acuática a los tonos de un diapasón. Normalmente, esta planta produce un chorro de protoplasma sólo en las tardes. Dr. Singh halló que la música podía inducir a la planta a producir protoplasma en cualquier momento del día. Singh también expuso una variedad de especies a la música del sur de India, un violín con frecuencias que van en un rango de 100 a 600 Hz, y determinó que el crecimiento de las plantas se había incrementado. El ingeniero canadiense Eugene Canby expuso plantas de trigo a ciertas grabaciones con música clásica y reportó un incremento en el crecimiento del 66%. Unos años más tarde, la científica Dorothy Retallack descubrió que las frecuencias de alrededor de 5.000 Hz eran más efectivas para inducir al crecimiento de las plantas. La música clásica de los compositores europeos de los siglos XVIII y XIX y selecciones de la música del norte de India con la cítara arrojaron buenos resultados en el crecimiento de las plantas; por el contrario, el rock y selecciones de compositores del siglo XX ocasionaron que las plantas se alejaran de los altavoces, se atrofiaran e incluso...murieran.


El ejemplo anterior es investigación con música, pero debemos tener en cuenta que la música es sonido y que nuestra voz es sonido así que da igual si le pones música o les hablas, los elementales te entenderán.          

Les propongo esta pequeña práctica es muy buena para aquellas personas que quieran sentir la dicha de ponerse en contacto con el elemental del árbol.

PRACTICA:  debemos acercarnos al árbol elegido, pedirle permiso para sentarnos bajo su sombra, una vez sentados le dices lo que tú sientes y como te siente, háblale  desde el fondo de tu corazón, relájate e intenta sentir lo que te trasmite, observa cada detalle de lo que sucede a tu alrededor ¡seguro que te dará una respuesta! Cuando termines te levantas y le das las gracias por su ayuda.  Recuerda el elemental te escuchara desde tu corazón.

NOTA: el elemental te pondrá a prueba y si hay verdad en tu corazón te servirá y te guiará hasta donde está la respuesta que tú buscas.   
¡Te sorprenderás !